Pregunta rápida: ¿cuándo fue la última vez que pediste tres presupuestos para la piscina de tu urbanización, el ascensor y el seguro? Exacto. Nunca. Y por eso tu cuota de comunidad en Calpe sube sin freno… no por el mar, ni por “lo caro que está todo”, sino por inercia.
Si tu comunidad no ha licitado servicios en los últimos 24 meses, estás pagando de más. No es opinión. Es matemática.
Vives o quieres vivir en la Costa Blanca por una razón: luz, calma, vistas, plan de playa y aperitivo. Lo que no encaja en esa foto es ver cargos que parecen inventados: IBI, basura, agua, seguro, limpieza, jardinería, mantenimiento de piscinas y ascensores. Y una cuota de comunidad alta en Calpe que “siempre fue así”.
Te cuento la película que vemos a diario: contratos de ascensor en piloto automático, bombas de piscina funcionando como si fuera agosto en pleno enero, potencia eléctrica contratada al doble de lo que se necesita, pólizas con coberturas duplicadas y un administrador que “hace lo de siempre” porque nadie le pide otra cosa.
Pagáis 120 € al mes y nadie protesta “para no liar a los vecinos”. ¿Resultado? Pagas por aire: servicios mal dimensionados, sin indicadores, sin comparativa. Y ojo, en Calpe los edificios sufren salitre, viento y picos de ocupación. Traducido: el mantenimiento importa… pero pagar más por lo mismo no te da más seguridad. Te da pereza cara.
Si eres comprador, te llevas una sorpresa desagradable: visitas un piso perfecto y luego descubres gastos fijos de vivienda en Calpe que matan tu presupuesto: comunidad + IBI + agua + basura. Te suena.
En 2025, con energía y agua bailando, seguir con los packs de 2019 es regalar dinero. “Es que el socorrista es obligatorio”. Sí, en temporada y según normativa. “Es que la piscina necesita X horas de filtrado”. Cierto, pero programado por temperatura, no por costumbre. “Es que el ascensor no se toca”. Falso: se renegocia, se audita y se mide por SLA.
¿Y si lo caro no es Calpe… sino tu pasividad?
“Siempre fue así” es la frase más cara de tu comunidad.
El truco es simple: auditoría oculta. Lo que no se ve en la reunión de escalera, pero que decide el 15–25% de tu presupuesto anual. No vas a recortar servicios, vas a restar despilfarro.
Pon el foco donde duele y donde ahorra: contratos, potencias, horas, coberturas y morosidad. Hazlo con datos, no con opiniones del “cuñado” que vive en Londres pero manda audios de 6 minutos al grupo de WhatsApp.
Objetivo: mantener calidad sin quemar presupuesto. Pide al mantenedor curvas por temperatura: filtrado por grados, no por meses. Invierno con invernaje y cubierta reduce químicos y evaporación. Valora bomba de velocidad variable (ahorro eléctrico 30–50%) y cloración salina si encaja. Contrato con SLA: claridad de incidencias, respuesta máxima y penalizaciones. Incluye tres ofertas y comparativa por tareas, no por “paquete”.
Audita rescates, averías y tiempos de respuesta del último año. Si el histórico es bajo, renegocia. Exige oferta cerrada con piezas incluidas clave o precio por familia de componentes. Sustituye fluorescentes por LED, revisa maniobras con variador y modos de reposo. Y lo obvio: 3 propuestas distintas, no del primo del instalador anterior.
Revisa potencias contratadas y curva de carga. Si nadie ha pedido un estudio en 12 meses, estás pagando de más. Pasa a discriminación horaria (2.0TD) y programa bombas, riego e iluminación en valle. Sensores de presencia y LED con fotocélulas en garajes y portales. Contrato con comercializadora sin permanencia y sin “servicios añadidos” que no usas.
Fuera redundancias: no pagues lo que ya cubre otra póliza. Pide comparativa con mismo perímetro de coberturas, franquicias y límites claros. Si la siniestralidad es baja, baja prima. Si es alta, gestiona la causa (bajantes, impermeabilización) con el fondo de reserva y reduce primas el próximo año.
Plan estacional: no tiene sentido barrer tres veces al día en enero. Define tareas medibles (m2, frecuencia, check-list), no horas difusas. Riego por goteo y programador, plantas de bajo consumo hídrico y mulching para retener humedad. Tres ofertas, contrato anual con revisión trimestral por KPI.
Solicita a la empresa municipal tu histórico y pon contadores sectorizados (piscina, riego, garaje). Detecta fugas por diferencias nocturnas. Ajusta riegos a amanecer/anochecer. Comprueba en el padrón municipal que la tasa de basura y el uso están correctos y sin duplicidades. Y por favor: cierra mangueras, instala reductores y no riegues el viento.
El administrador trabaja para la comunidad, no al revés. Pide cuadro de mando mensual: impagos, incidencias, contratos, consumos. Si la morosidad supera el 5–7%, sube recargo aprobado en Junta y activa monitorio según Ley de Propiedad Horizontal. Cada euro que no entra, lo pagas tú.
Revisa con Suma Gestión Tributaria tu valor catastral, bonificaciones aplicables por domiciliación y opción de fraccionamiento sin recargos. Verifica que el uso del inmueble y superficies consten bien en Catastro; errores aquí son dinero.
Patricia compró un apartamento con vistas al Peñón. Comunidad: 118 €/mes. “Es lo que hay”, le dijeron. No tragó. Con el presidente, levantaron contratos y datos. Piscina con filtrado fijo, potencia eléctrica 8,8 kW cuando con 5,5 iba sobrada, seguro con coberturas duplicadas y limpieza “por horas”. Lo clásico.
Re-licitación de piscina con SLA y bomba eficiente (-27% coste), ajuste de potencia y discriminación horaria (-22% luz), seguro con franquicia razonable (-18%) y limpieza por tareas (-15%). Morosidad controlada en tres meses con monitorio.
Resultado: cuota de 118 € a 95 €/mes (-19%) sin perder un solo servicio. Mismo edificio, otra gestión. Y sí, ahora presume de comunidad como si fuera su startup.
Despiertas, abres la terraza y solo piensas en el mar. No hay cartas raras, ni derramas sorpresa, ni discusiones de WhatsApp eternas. Sabes que tu comunidad en Calpe funciona con datos y contratos inteligentes. Los gastos fijos de tu vivienda ya no son una lotería: están bajo control.
Si vas a comprar, ves una cifra y no te entra el pánico: IBI claro, basura y agua revisadas, comunidad con KPI. Si vas a vender, tu edificio luce serio, con costes transparentes. Eso sube el interés y el precio. Tranquilidad que se nota desde el portal.
Hay dos tipos de propietarios en Calpe: los que se quejan en el ascensor… y los que bajan la cuota sin perder calidad. Elige bando.
¿Quieres ayuda para auditar tu comunidad y alinear tus números con la realidad del mercado de la Costa Blanca? En Marina Digorn llevamos más de 20 años peleando por cifras claras. Te damos un checklist de auditoría de gastos, revisamos IBI, basura y agua, y si vas a vender, lo encajamos en un plan de venta en 90 días (con reducción de comisión si no cumplimos). Si vas a comprar, te preparamos un escaparate de viviendas con gastos fijos verificados para que no te explote el Excel después.
Escríbenos a info@marinadigorn.com, llama al +34 619 89 16 85 o pasa por Av. de Ifach, 4, 03710 Calp. Pide la “Auditoría Oculta de tu Comunidad” y el checklist de gastos fijos. ¿Vas a seguir pagando por costumbre o vas a empezar a cobrarte el respeto de tus números?